Acción por la Paz, Gobernanza de la Globalización y Declaración del Milenio
La IUSY ha abordado estos tres asuntos en sus ponencias de los últimos 6 años. JSE ha participado planamente en la elaboración de las ponencias y en su debate posterior. Suscribimos plenamente los acuerdos y propuestas que en ellas se realizan para alcanzar un mundo mejor.
Los jóvenes socialistas apostamos firmemente por el fomento de la paz y la democracia a través de las instituciones multilaterales y rechazamos cualquier intento de uso unilateral de la fuerza por encima de la Ley dirigido contra ciudadanos indefensos.
Por ello creemos que es urgente sustituir el "choque de civilizaciones" por la Alianza de Civilizaciones propuesta por el Gobierno español, desde la convicción de que sólo un orden internacional justo y un adecuado reparto de la riqueza mundial que ponga fin a las desigualdades puede dar lugar a movimientos transformadores que procuren un adecuado nivel de vida y libertad a todos los individuos del planeta.
IUSY y ECOSY. Actuamos Globalmente
Desde las plataformas internacionales a las que pertenecemos, IUSY y ECOSY, actuaremos globalmente para posicionarnos sobre la agenda mundial. En España debemos defender esos mismos valores y ser los portavoces de estas plataformas Mundiales
Unión Europea
UNA EUROPA POR CONSTRUIR
En los últimos años observamos que muchos de los problemas que estamos viviendo no sólo afectan a España y que su solución no pasa por la acción de un solo Estado. Problemas que van más allá de las fronteras que existen actualmente, y que afectan a la vida de las personas de una manera crucial. El desempleo, el medio ambiente, conflictos bélicos, violación de los derechos humanos, países sin posibilidad de desarrollo..., forman parte de la realidad del mundo actual, y debemos encontrar respuestas para estas cuestiones.
Nosotros, los y las jóvenes socialistas apostamos por una Europa fuerte en el mundo, que pueda dar respuesta a estos problemas de una manera eficiente. Hemos asistido en los últimos años a la unión económica. Un paso evidentemente muy importante; hay que tener en cuenta que la mayoría de los problemas que tenemos que afrontar requieren de firmeza económica, pero la idea de Europa no debe quedarse aquí, debemos avanzar hacia una Europa Social, que marque como objetivo prioritario la lucha contra el desempleo. Debemos avanzar hacia una Europa donde la prioridad de los Poderes Públicos sean los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
Queremos una Europa que sea una verdadera unión política y para ello planteamos la necesidad de que el Parlamento sea la institución más fuerte en competencias ya que debe ser la institución depositaria de la soberanía de los pueblos de Europa y de la capacidad legislativa, y por ello, debe ser constituido por parlamentarios elegidos por todos los ciudadanos y ciudadanos de Europa, parlamentarios, que a su vez, elegirán a Presidente de la Comisión, que contará con el poder ejecutivo
También apostamos por una Europa política y democrática, que ha de pasar necesariamente por un aumento de los poderes del Parlamento Europeo, el establecimiento de unos verdaderos partidos políticos transnacionales, donde el "demos" europeo se convierta en una realidad.
UNA APUESTA POR LA EUROPA POLÍTICA Y SOCIAL.
Los jóvenes miramos actualmente a Europa con una mezcla de esperanza y preocupación. De esperanza, porque sabemos que en un mundo globalizado son necesarias instituciones supranacionales para asegurar que los poderes democráticos puedan seguir asegurando a sus ciudadanos unos niveles adecuados de bienestar e impedir que poderes ajenos a la voluntad popular y sin control ciudadano alguno puedan determinar el futuro de la sociedad. Sabemos que la Unión Europea es actualmente la más exitosa experiencia política en este sentido y que tiene a su alcance los medios necesarios para lograr estos objetivos.
De preocupación, porque observamos cada vez más las ansias renacionalizadoras de algunos Estados y de los poderes económicos que pretenden que el espacio europeo se limite simplemente a ser una zona de libre comercio sin ocupar ningún espacio político real, lo cual provoca a su vez un desinterés y desinformación progresivos por parte de una ciudadanía que contempla Europa como algo ajeno a su realidad cotidiana.
Es imprescindible comenzar a desarrollar iniciativas que busquen hacer de la Unión Europea una institución política democrática, tanto en lo institucional, otorgando cada vez más poder y competencias a las instituciones europeas que deben cumplir a su vez con los principios de transparencia y rendición de cuentas, como en lo político, mediante la transformación de los partidos y organizaciones sociales para adaptarlos a la realidad europea.
Sólo así lograremos crear una verdadera conciencia europea que impulse a la Unión a desarrollar políticas activas en temas tan importantes como la cooperación, la inmigración, el desarrollo económico, el empleo o la educación que requieren una solución supranacional. Para poder avanzar en la línea que deseamos los y las jóvenes socialistas y necesita el conjunto de la sociedad, es necesaria una estrategia común con pilares políticos compartidos por todos los partidos socialistas europeos.
Los socialistas tenemos la posibilidad política y el compromiso moral de convertir a Europa en un espacio de referencia en cuanto a políticas sociales y desarrollo sostenible se refiere. No es suficiente para nosotros influir de manera positiva en nuestros gobiernos nacionales cuando son presididos por los Partidos Socialistas, es necesario instar a estos partidos y gobiernos a trabajar por una política europea común.
Los principales ejes que debemos apuntar los y las jóvenes socialistas para este Programa Europeo son los siguientes:
Los socialistas estamos convencidos de que el diálogo y la negociación deben sustituir las armas, siempre lo hemos estado. La sociedad no puede engañarse, el chantaje y la amenaza militar no solucionarán los conflictos del siglo XXI, todo lo más los agravarán. Una Europa que se entienda con el mundo cargada de palabras e ideas es el instrumento necesario para estabilizar los conflictos abiertos, muy especialmente en Oriente Próximo.
Si dejamos marchar la economía libremente, la lógica del mercado traducirá este proceso en una creciente división de la clase trabajadora entre empleados fijos y temporales (encontrándonos los y las jóvenes en este último grupo), en un aumento incontrolado del paro por cubrir las nuevas tecnologías tareas que antes desarrollaban más trabajadores, en una devaluación salarial, en un descenso del consumo, en una subida de precios, en definitiva, en un empobrecimiento de la sociedad.
Los socialistas podemos y debemos aprovechar los avances tecnológicos para encaminarnos a una sociedad laboral más libre, con más riqueza laboral; para establecer una nueva relación ente trabajo y tiempo libre. Tenemos ante nosotros la posibilidad de aumentar la producción, aumentar la calidad del trabajo y los productos. disminuir la jornada laboral, abrir nuevas posibilidades en servicios y obtener como resultado un crecimiento económico sostenible y la conciliación entre la vida laboral y la personal Es necesario legislar en estas materias, y es necesario hacerlo globalmente en toda Europa, este es fundamentalmente un reto europeo para el que Juventudes Socialistas debe empezar a trabajar ya.
Una vez más, es necesaria una actuación global en toda Europa basada en la reducción del consumo de materias primas no renovables mediante la innovación de los procedimientos, de las técnicas de medición y control, etc. En su lugar, hay que utilizar materias primas naturales y energías renovables. También se torna necesaria una inversión de sumas considerables en protección del medio ambiente. Europa debe, ante todo dar ejemplo con sus instituciones públicas, pero también debe animar a los inversores privados a través de medidas que favorezcan la inversión , ayuda para intereses, etc. Todo ello, a la par que se fomenta y se profundiza en la investigación, el desarrollo y la utilización de nuevas tecnologías. Es necesario un gran acuerdo en estas materias entre la Industria, los investigadores, los sindicatos y la Unión Europea.
Europa debe realizar la equiparación entre el hombre y la mujer: Europa debe mostrarse al mundo orgullosa como ejemplo de convivencia y de equiparación de derechos y libertades para todos y todas, ello pasa inequívocamente por la igualdad de género. Las mujeres europeas deben participar activamente en el proceso de toma de decisiones de la Unión, así como en el seno de los partidos políticos y de todas las instituciones públicas europeas. Para ello es necesario garantizar la igualdad en el acceso a la formación y la educación en todos los países miembros de la Unión, a través de medidas que favorezcan a las mujeres y de la regulación de las cuotas de acceso.
Juventudes Socialistas debe promover la elaboración de una Ley básica de alcance europeo que garantice la equiparación en el mundo laboral, favorezca los proyectos de promoción de la mujer dentro de la Empresa y la Administración, fije la obligación de reservar puestos de aprendizaje dentro de una empresa a jóvenes de ambos sexos y garantice el mismo salario para el mismo trabajo, lo desempeñe quien lo desempeñe.
Nosotros, los y las jóvenes socialistas, no podemos dejar de reclamar una estrategia europea que garantice una red europea de guarderías, centros de educación preescolar, jardines de infancia, etc. De ámbito público. También se deben generalizar en Europa los permisos de paternidad
Queremos una Europa comprometida con la defensa del medio ambiente. Que los/as responsables institucionales y todos los ciudadanos entiendan que es imposible la construcción de un mundo más justo si no apostamos por un desarrollo sostenible.
Tenemos la obligación de construir una Europa Solidaria, que tiene una responsabilidad histórica con decenas de países del Mediterráneo, de África y Sudamérica, que fomente la progresiva evolución de los países del tercer mundo, respetando la soberanía sobre sus recursos alimenticios y naturales. Por eso queremos que la Unión Europea y los países que la integran destinen, al menos, el 0,7% de sus presupuestos a Cooperación al Desarrollo y condonen las deudas, tanto bilaterales como multilaterales, con los países empobrecidos. Igualmente se debe reformular la Política Agraria Común para beneficiar a los pequeños productores europeos y del resto del mundo en lugar de a las multinacionales.
Por todo ello apoyamos un proceso de construcción europea basado en la paz, en el modelo económico y social europeo, no al dumping social y a las mal llamadas liberalizaciones de sectores estratégicos como la estiba de buques o los servicios públicos; en la solidaridad, entre personas y entre territorios, de dentro de la Unión y de fuera; en la laicidad y que dote a la Unión de una Constitución que defina competencias claras, plasme unas instituciones eficaces y eficientes, recoja nuevos derechos y consagre el modelo europeo del Estado de Bienestar.
Iberoamérica
JSE cree en la comunidad iberoamericana. En colaboración con la OIJ (Organización Iberoamericana de Juventud) y la IUSY y a través de la Fundación Tomás Meabe realizaremos una labor de colaboración internacional política.
Hace algún tiempo que estamos observando un profundo cambio en la política latinoamericana que supone un "giro a la izquierda" en muchos países como Chile, Venezuela, Uruguay, Brasil, Bolivia o Argentina.
Pese a que la derecha ha dado la voz de alarma resaltando el supuesto carácter antidemocrático de estos movimientos, lo cierto es que esta nueva realidad se debe sobre todo a la ineficacia de las políticas neoliberales que han tenido como consecuencia en estos países la desprotección política y social de los ciudadanos.
Es por ello que la comunidad internacional debe contemplar estos países no como un peligro para la democracia, pues hasta ahora han demostrado justamente lo contrario, sino como interlocutores válidos para lograr un orden internacional más justo y por tanto se les debe otorgar todo el apoyo político y económico posible para que logren sus objetivos.
Por otro lado, no debemos escapar a la realidad actual de América Latina y tenemos que seguir de cerca los movimientos de izquierda que se están produciendo de Sur a Norte de ambos continentes. Los jóvenes debemos tener un especial compromiso de origen histórico con la causa indígena
Mediterráneo
Desde JSE contribuiremos a crear un espacio euromediterráneo de juventud. Debemos apoyar las reivindicaciones de pueblos como el palestino y el saharaui, tanto a nivel humanitario como con el fin de que ejerzan el derecho de libre determinación de los pueblos que propugnan tanto la Carta de las Naciones Unidas como diversas Resoluciones de la Asamblea General de la ONU.
África.
La situación del continente africano es el mejor ejemplo de la insostenibilidad de un modelo económico y político que permite la existencia de desigualdades extremas que dan lugar a un sinfín de conflictos entre países e individuos.
Los jóvenes socialistas apostamos por hacer de la solidaridad un valor fundamental del orden internacional; un orden internacional que sea consciente de que el beneficio de unos no puede suponer la hipoteca del futuro de muchos otros.
Por ello, creemos que los países desarrollados y sobre todo las instituciones multilaterales deben implicarse activamente en el desarrollo del continente africano a través de políticas de desarrollo y de medidas políticas que garanticen el acceso a los países africanos a un comercio justo y a los productos necesarios para que sus ciudadanos puedan llevar una vida digna.
Asimismo, se deben articular medidas legales y políticas para la prevención del VIH en este continente, ya que desgraciadamente, la escasez económica que impide el acceso a los tratamientos, unida a la pervivencia de prejuicios religiosos, hace que el SIDA sea, junto con el escaso desarrollo económico, el principal factor que lastra el crecimiento de estos países.
África no acaba en el Estrecho de Gibraltar, y JSE, como la única organización de la ECOSY y de la IUSY que representa al mismo tiempo territorios en Europa y África, tiene que servir de puente entre los dos continentes. Para ello, debemos establecer foros en los que compartir experiencias y promover acciones conjuntas en temas tan importantes como migraciones, igualdad entre sexos, economía social, derechos humanos y diálogo intercultural. También fortaleceremos las relaciones con la Unión Panafricana de la Juventud.
